Oscar Amodia
Director creativo ejecutivo
Oficina
- Spain
Vi nacer el proyecto Wunderman Thompson cuando tan solo hacía un año que me había instalado en la oficina de SCPF de Madrid como director creativo ejecutivo. Sigo haciendo lo mismo que hacía entonces, pero con una visión más amplia y junto a profesionales que trabajan la comunicación desde más ángulos.
Siempre me ha fascinado la innovación. Recuerdo cuando llegó a casa el primer Macintosh LC de Apple… Recuerdo abrir por primera vez la primera versión de Photoshop y ver aquella paleta de colores… Recuerdo retocar las primeras fotos y hacer pequeñas animaciones… Luego esos ordenadores comenzaron a conectarse a internet, y en fin… Así es como sin darme cuenta empecé a trabajar en publicidad. Primero como programador creativo y más tarde como director de arte. Mi primera agencia grande fue Grey, y después llegaron Shackleton, Havas, The Cyranos y Lola hasta llegar a SCPF. Y lo mejor es que, después de 20 años, creo que esto es solo el comienzo.
Creo en la capacidad de las emociones para conectar personas y así consolidar relaciones. Y eso es lo que hacen para mí las marca. Me dedico a esto porque me gustan las marcas. Detrás de una buena marca siempre hay una buena idea, un buen proyecto con el que alguien quiere mejorar lo que le rodea. Creo que la tecnología nos ayuda a avanzar y a mejorar en esta dirección, pero creo que detrás de ella siempre tiene que haber personas.
Me siento orgulloso de haber ayudado a crecer los sitios en los que he estado y a construir algunas marcas con las que he trabajado. También ha habido reconocimientos en forma de premios que siempre te alegran, aunque es verdad que el mejor premio ha sido siempre cuando una campaña ha funcionado en la calle.
Cuando salgo de la agencia sigo disfrutando haciendo lo que me gusta. Estar con mi familia, disfrutar del arte en todas sus formas y, de vez en cuando, soñar con montar en el futuro una pequeña galería de arte o una juguetería. O quizás las dos cosas juntas.