Llegué a la agencia en 2004, cuando se llamaba SCPF. Jamás he detallado en mis tarjetas de visita o en la firma del mail mi cargo. Pero lo tengo: soy el chief client officer de Wunderman Thompson Spain. Eso significa estar al frente del antes llamado departamento de cuentas, el new business y el desarrollo de negocio para nuestros clientes.

Como soy la persona de más edad de la agencia, empecé en esto hace un rato. Por tanto, deberían haberme dejado más espacio que a los demás para responder con cierto detalle esta pregunta. No ha sido así. La versión ultra breve es: empecé en Slogan y, hasta llegar aquí, trabajé en cuatro agencias de las que fui socio fundador: Slogan Madrid, Casadevall Pedreño & PRG, El Sindicato y Arnold Worldwide Spain.

Me motiva sentirme útil y aprender. Lo primero es irrenunciable: lucho por conseguir que nuestro trabajo (añadir valor a las marcas, productos y servicios de los clientes) sea siempre lo mejor posible para que dé frutos. Lo segundo, en un mundo complejo y en continuo cambio, es obligatorio. Me ayuda a conseguirlo tener buenos compañeros de trabajo y clientes exigentes. También mi curiosidad.

Me siento un privilegiado. He conseguido el reconocimiento de mi sector en forma de los más prestigiosos premios del mundo. He disfrutado colaborando con las empresas y marcas más deseadas. Aquí y fuera. He trabajado para y con grandes profesionales. Me quedan muy pocos sectores por conocer... Pero lo que más feliz me hace es conseguir lo que denomino “el dividendo emocional”. Ese que obtengo cada vez que siento que he puesto un granito de arena para que el mundo sea un poco mejor.

Dos de mis restaurantes favoritos se llaman Disfrutar y Compartir. Por eso, al lema A este mundo no hemos venido a sufrir” le añadiría “...pero sí a aportar”. En consecuencia, intento siempre pasármelo lo mejor posible y ser útil. Tanto en el ámbito familiar como en el profesional. Y con los muchos amigos que tengo la suerte de atesorar.