Aunque con diferentes nombres podríamos decir que llevo en la agencia desde el siglo pasado, concretamente desde 1999. Me incorporé a una agencia llamada Wunderman Cato Johnson, que durante un breve espacio de tiempo se llamó WCJ, hasta que fue adquirida por WPP y pasó a ser Wunderman, nombre que mantuvo hasta que en 2019 nació Wunderman Thompson donde desde entonces soy el director general.  

Inicié mi trayectoria profesional en 1992 como ejecutivo de cuentas en Mussons&Asociados. La inquietud de seguir descubriendo este mundo me llevó a mi primer cambio de agencia y me incorporé a PYC, la agencia de marketing promocional líder en España. En 1996 hice mi último cambio antes de llegar a Wunderman al unirme a Below Marketing, una agencia en la que descubrí el marketing directo.  

Lo que más me motiva para seguir cada día con energía y ganas es que me encanta lo que hago. Siempre me he sentido un privilegiado por poder tener un trabajo tan dinámico que me permite, durante un mismo día, estar metido a la vez en el sector energético, la moda y el retail. O saltar de una reunión con el equipo creativo para compartir ideas a otra con el equipo de tecnología y data para ver el planteamiento de una plataforma de contenidos.  

Si de algún logro profesional siempre he estado muy orgulloso es de haber consolidado el proyecto de Wunderman en Barcelona. Siempre he tenido la sensación de que es un proyecto que ha caminado en paralelo a mí, de que aprendimos juntos y crecimos hasta hacernos mayores a la vez y creo que a ambos nos llegó la metamorfosis a Wunderman Thompson en el momento adecuado.  

Fuera de la agencia intento sacar tiempo de donde sea para hacer deporte, es casi una necesidad para mi. Aunque tengo un pasado como jugador de baloncesto ya hace un tiempo que los deportes que practico son atletismo y el triatlón, sobretodo en pruebas de larga distancia. De momento van ya cinco Ironman y nueve maratones.